Esta receta no es difícil, queda muy pintona y es riquísima. Si tenéis niños os aconsejo que el relleno lo hagáis con jamón en taquitos, aceitunas, huevos duros de codorniz y piñones. Por experiencia se que los rellenos agridulces no les suelen gustar.
Ingredientes
- Una pechuga de pavo abierta. Pedirle a vuestro proveedor que os la abra para rellenar, queda como un filete enorme que luego rellenaréis y enrollaréis.
- 250 gr de carne de cerdo picada
- 50 gr de ciruelas pasas
- 25 gr de uvas pasas
- 25 gr de orejones, en trozos
- 25 gr de piñones
- 50 gr de avellanas peladas
- 2 Cebollas
- 100gr de miel, si es posible de azahar
- 1 Vaso grande de vino dulce, jerez, moscatel, madeira, cuanto mejor sea el vino mejor os saldrá la receta
- Pimienta, sal, canela, nuez moscada y clavo
- El zumo de una naranja
Preparación
Picar las ciruelas pasas y los orejones
Calentar la miel, el vino y el zumo de naranja, añadir las especias, una pizca de canela, ralladuras de nuez moscada y un clavo. Cuando esté caliente, sin que llegue a hervir, retirar del fuego, introducir la pechuga de pavo y dejarla 5 o 10 minutos para que tome el sabor del marinado.
Picar las cebollas y estofarlas como siempre a fuego flojo hasta que se doren. Reservar
Meter en el horno caliente a 180 grados las avellanas durante 8 minutos moviendolas para que no se doren demasiado. Cuando esten se frotan con un paño y se pelaran solas. Una vez peladas picarlas en la batidora debe quedar como una harina gruesa
Preparar la carne picada: salpimentar, mezclar con unas cucharadas de pan rallado para darle cuerpo y extenderla como un filete. Colocar sobre la carne picada los orejones, ciruelas, piñones y pasas. Enrollar y envolver en la harina de avellanas
Sacar la pechuga del marinado, extender y secar con papel de cocina, salpimentar, colocar en el extremo el rollo de carne picada y enrollar alrededor toda la pechuga. Atar ligeramente y envolver en papel albal apretando bien para que quede un paquete bien cerrado
Meter en el horno a 180 grados durante 45 minutos. Retirar el papel albal y dejarlo 10 minutos mas regando con el liquido de la maceración
Poner de nuevo en la sarten la cebolla, añadir la harina de avellanas que haya sobrado. Darle unas vueltas con el aceite de la cebolla, que tiene que ser muy poco y finalmente añadir el liquido que haya quedado de la maceración y el que quede en la bandeja de horno después de asar la pechuga. Darle unos hervores y pasar por la batidora
La pechuga tiene que quedar con un bonito color tostado y la salsa es deliciosa. Se sirve frío con la salsa caliente. También podéis servirlo caliente, pero resulta mucho mas difícil cortarlo porque se desmorona. Esta salsa hay que salpimentarla y si la dejais un poquito picante mejor
Podeis hacerlo el dia antes y tenerlo en la nevera hasta dos horas antes de comer para que no esté tan frio al servir. Las guarniciones pueden ser huevo hilado, puré de manzana o patata y unos cubitos de gelatina de pollo que mañana os contaré cómo se hacen.
Me gustaria que si alguno os animáis a hacerlo me conteis como os queda y si habéis innovado en la guarnición o ingredientes. En la cocina es muy importante la imaginación y todas las recetas son susceptibles de mejora. Un abrazo a todos y Felices Pascuas
QUE PINTÓN!!
Gracias Nachín!. Anímate a hacerlo y cuéntame qué tal te queda! 🙂
Si le echas imaginación y cambias algo, por favor, cuéntamelo.
Un abrazo
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